Despertamos nuestro impulso vital y nuestra espontaneidad a través de la práctica de la improvisación y del juego dramático.
Recuperaremos la capacidad de jugar a hacer “como si….”.
Exploramos nuestro repertorio de roles.
Aprenderemos a manejar las herramientas básicas del actor:
el cuerpo, las emociones, la voz, la respiración y la palabra hablada, para la ampliación de nuestro potencial comunicativo.
Participamos en un proceso de co- creación, escribimos textos dramáticos que emergen de lo vivido en las escenas y producimos piezas teatrales originales que representamos, ante un público invitado.
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